El Tigre, en japonés Tora (虎), es un animal frecuentemente representado en el arte japonés desde tiempos inmemoriales, al menos desde el siglo VII. Como no puede ser de otra manera, también aparecen en las macetas de bonsái, tanto japonesas como chinas.
En oriente los tigres se representan de distinta manera según el lugar de procedencia:
En las pinturas chinas generalmente aparecen con cara redonda y plana, con enormes cuerpos y colas relativamente cortas. Representan la generosidad.
Para los coreanos, los tigres son elementos que están muy cerca de los seres humanos y por lo general son glorificados. Los tigres en las pinturas de Corea del Sur pueden simbolizar la flexibilidad en la filosofía de vida.
Los tigres no son autóctonos de Japón, pero estos poderosos felinos cautivaron tanto la imaginación japonesa que los primeros artistas produjeron innumerables pinturas de ellos a lo largo de su historia, la mayoría sin el beneficio de observaciones directas. Los primeros artistas japoneses seguían un precedente establecido en China, donde los tigres vagaban en gran número y lograron el simbolismo religioso y cosmológico. Hay una pintura típicamente japonesa muy reproducida: «El tigre que sale de una arboleda de bambú». Se utiliza una arboleda de bambú como fondo, estas ilustraciones son absolutamente diferentes de las pinturas del tigre de Corea, donde se utilizan generalmente árboles de pino como fondos.
Tras la Reforma de la era Meiji, los tigres representados en las pinturas japonesas se volvieron feroces y bastante agresivas. Los tigres en pinturas japonesas pueden reflejar la individualidad y el espíritu Bushido, pero en general este animal representa la fuerza, el coraje, la elegancia y la longevidad. Además, según la tradición, los tigres alejarán las enfermedades, los espíritus dañinos y la mala suerte.
El tigre y el dragón Según la mitología tradicional asiática.
Los tigres se identifican con el yin, el principio femenino, así como el otoño y el viento. El dragón, que representa el yang, se cree que crea nieblas y lluvia y se asocia con la primavera y el rejuvenecimiento. Es como enfrentar el cielo y la tierra. Tigres y dragones a veces se emparejan, ya que estas imágenes representan principios opuestos en la naturaleza. Las imágenes del dragón y el tigre en la cultura japonesa, están estrechamente vinculadas con las artes marciales. Se muestran como dos grandes rivales, dos poderosos luchadores. En este caso no son sin embargo diametralmente opuestos, sino figuras poderosas que emplean un enfoque diferente para lograr el mismo fin: la victoria. Cuando representan el yin y el yang, el dragón se suele colocar a la derecha y el tigre a la izquierda. De esta forma, se puede asegurar el equilibrio entre el viento y el agua y hacer posible un mundo pacífico.
Como apuntábamos al comienzo del articulo hay diferencia entre las representaciones de los tigres según la procedencia dentro de Asia.
Maceta japonesa del famoso autor de Tokoname Ikko. Edición limitada presentada en caja de madera (Kiribako). Pintada por Setsudo Kodou (Kodo).