portada Yoshimura kataoka LaosGarden

Pasión por la cerámica XXV. El origen de Yoshimura Toen. Kataoka Yoshimura.

Pasión por la cerámica XXV. El origen del horno Yoshimura Toen. Kataoka Yoshimura.

Emprendimos esta senda en el anterior artículo, con Hidemi Kataoka. Hoy, avanzando con paso firme desde el presente, pero con la mirada vuelta atrás, viajamos hacia el origen de este legendario horno de Tokoname. Allí donde el barro y la historia se funden con la testaruda obstinación de quienes, siglos atrás, domaron el fuego y el tiempo para darle forma a la cerámica. Porque aquí nada se regala y todo se arranca con las manos, entre cenizas, humo y la paciencia de los que saben que el barro, como la memoria, sólo se deja moldear por quienes entienden su terquedad.

Yoshimura Kataoka.

Fue en 1923, bajo el reinado de Taishō, cuando echaron a andar aquellos hornos con el nombre de Shuuhou, que sonaba antiguo y respetable. No fue hasta 1952 cuando adoptaron el título definitivo de Kataoka Toen, como quien se pone un apellido heredado y lo lleva con la frente alta.

Dos generaciones moldearon arcilla y firmaron sus piezas como Shuuhou, hasta que llegó el momento de virar el rumbo. La fábrica, con la paciencia de quien sabe que el tiempo es solo otra herramienta, se dedicó en cuerpo y alma a la cerámica para bonsái. Desde entonces, sus obras llevaron otro nombre: Yoshimura. Tres generaciones después, como vimos, esa firma sigue ahí, en cada pieza, como testimonio de que la historia, cuando se escribe en barro y fuego, es cosa seria.

Yoshimura Kataoka—cuyo verdadero nombre es Kataoka Shin—tuvo que vivir su infancia cuando Japón, en el periodo de entreguerras, afinaba el filo de su acero y marcaba con ambición los mapas del Pacífico. Se sabía destinado a la grandeza, o al menos así lo creían sus generales y almirantes, que veían en el continente asiático un tablero donde desplegar su poder. No era ya la isla ensimismada de siglos pasados, sino un imperio con hambre de expansión, con la mirada fija en China y el sudeste asiático, y con una flota que desafiaba al mismísimo Leviatán norteamericano.

Yoshimura kataoka LaosGarden
revista Yukiko Kasai

Una de las escasas imágenes que se conservan de Kataoka Yoshimura en una revista especializada japonesa publicada por Yukiko Kasai. 

Yoshimura Kataoka se entrega a la cerámica con la paciencia de quien moldea el barro como si alisara las arrugas del tiempo. Lleva una existencia serena, monástica casi, en un contraste feroz con aquellos días en que la pólvora, más que la barbotina, tiznaba las manos y la muerte era una sombra demasiado cercana.

En 1960 su hijo comienza a trabajar junto a él en el taller de su familia, un lugar reducido muy cercano al famoso gran horno de Yamaaki.

Para saber sobre los hornos Yamaaki: 1ª generación Akiji Kataoka, 2ª generación Sadamitsu y 3ª generación Kataoka Toshio.

Viniendo de una estirpe de ceramistas, siendo la tercera generación, entra en escena como el primer eslabón de una cadena que, en su casa, decidió entregarse casi por completo a la cerámica para bonsái. Un arte que, en Tokoname, pesa tanto como cualquier otro utensilio de los que han dado forma, sustancia y alma a la vida en Japón, pero que en aquella época aún era una apuesta incierta. Se le conoce con el título de «Maestro artesano», aunque su nombre no aparece en la célebre lista de ceramistas de Tokoname. Tal vez un olvido. Tal vez, cuando se redactó el consabido inventario, su hijo, Yoshimura Shuuhou, ya sostenía con firmeza el estandarte del horno familiar, sin necesidad de que nadie le hiciera un hueco en los registros. De hecho, en las escasas ocasiones que he tenido la suerte de toparme con una obra de Yoshimura Kataoka a la venta, esta estaba atribuida a su hijo, Yoshimura Shuuhou. Como si el anciano jamás hubiera existido, como si el mérito no le perteneciera. Cosas del tiempo y la memoria.

Yoshimura kataoka maceta 1a LaosGarden
Yoshimura kataoka maceta 1b LaosGardenLaosGarden

Un claro ejemplo de la elegancia y maestría del maestro Kataoka se admira perfectamente en cada detalle de esta preciosa maceta ovalada sin esmaltar. Colección Laos Garden. 

Hace ya bastantes años, antes de conocerle en persona, me atreví a ponerme en contacto con Hidemi Kataoka. Le envié unas fotos de las macetas que habíamos podido recopilar de su padre y su abuelo, convencido de que aquel gesto, por insignificante que pareciera, podría interesarle. Su respuesta no tardó en llegar. Quedó gratamente sorprendido por el hecho de que yo atesorase más macetas de su abuelo que él mismo. Algo tan trivial, aparentemente tan nimio, me dio pie a pensar que hay momentos en los que la memoria se sustenta en lo inesperado.

Yoshimura kataoka maceta 2a LaosGarden
Yoshimura kataoka maceta 2b LaosGarden

Otra maceta sin esmaltar, de similar color y textura a la anterior pero donde se muestra una de las decoraciones en relieve marca de la casa. Colección Laos Garden.

Y así fue, con el paso de los años, aquellas macetas, que al principio parecían simples recuerdos de un tiempo lejano, se han ido quedando conmigo. Hoy, muchas de ellas siguen adornando mis estanterías, se han vuelto parte de mis preferidas, esas que no se olvidan, esas que, de alguna manera, llevan consigo un pedazo de historia ajena, una conexión casi intangible que va más allá de lo que cualquier objeto pueda representar.

Yoshimura kataoka maceta 3a LaosGarden
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Otro diseño típico de Kataoka Shin, un estilo conocido como «comido por gusanos» (worms eaten). Colección Laos Garden. Medidas: 32 x 23 x 6,2 cm.

Como hemos visto, lo de los nombres de este horno es un despropósito: en 1973 lo rebautizan otra vez, antes se llamaba Kataoka Toen, pero deciden que ahora será Yoshimura Toen. Que nadie se acostumbre, porque en 1974 vuelven a la carga y lo renombran Yoshimura Shuuhou, que es como ha llegado hasta hoy, aunque es frecuente encontrarlo como Tokoname Shuuhou.

Llámese como se quiera, que a estas alturas poco importa, lo que está claro, y a las pruebas me remito, es que de este horno salieron macetas que hoy son codiciadas como joyas por bonsaístas de postín y coleccionistas de medio mundo. Piezas con solera, con pedigrí, con ese no sé qué que distingue lo corriente de lo extraordinario.

Ya hemos hablado de las pastas, que no son otra cosa que historia cocida de Tokoname, moldeada con siglos de maña y oficio. Ahora toca detenerse en los esmaltes, esos tonos y texturas que, durante décadas, han sido objeto de admiración y deseo entre quienes saben de esto. Porque no hablamos de cualquier barniz de medio pelo, sino de acabados que han marcado época, que han dado carácter y alma a las mejores macetas del mundo del bonsái y que se han intentado imitar y reproducir una y mil veces. 

Yoshimura kataoka maceta 4b LaosGarden
Yoshimura kataoka maceta 4a LaosGarden

Quizá el ejemplo más característico de los esmaltes de este horno sean estas gruesas capas en tonalidades crema, en azules o verdes claros, con sus inconfundibles oquedades. Voluminosos vidriados que hoy en día, tras el paso de las décadas, presentan unas pátinas de infarto. 

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Yoshimura kataoka maceta 4b LaosGarden

Otro ejemplo más de esmalte crema o Shiro, hay otra denominación para este tipo de tonos que se tomó de un lugar de China donde se realizaban estos esmaltes. El término es Kochi y se suele emplear para las macetas esmaltadas. Shiro Kochi se emplearía para referirse a estos tonos crema o blanco. Los tambores o «taiko», ya sean en formas ovaladas o redondas, son muy frecuentes en la obra del viejo Kataoka. Esta maceta pertenece a la colección Laos Garden y mide 32,5 x 24 x 7,2 cm. 

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Yoshimura kataoka maceta 7 LaosGarden
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Varias muestras de tambores esmaltados en distintas tonalidades de verde. Macetas para bonsái elegantes y proporcionadas, ovaladas o redondas, de la más alta calidad. Colección Laos Garden.

Yoshimura kataoka maceta 9a LaosGarden
Yoshimura kataoka maceta 9b LaosGarden

Un esmalte menos frecuente en el horno que los verdes y los blancos, pero también empleado por nuestro admirado artesano. Un azul oscuro o «ruri» en una maceta ovalada de tamaño medio o «chumono» con medidas: 47 x 36,3 x  8,2 cm. Colección Laos Garden. 

Para saber más sobre los tamaños de las macetas de bonsái. 

El antiguo horno del abuelo Kataoka es cosa de familia. Lo usaron su hijo y posteriormente su nieto, al menos en sus primeros pasos como ceramista, y aunque lógicamente ya no está en uso, sigue ahí, testigo mudo de generaciones de artesanos y tiempos pasados. En 2017, Hidemi, nieto de Yoshimura Kataoka, nos lo enseñó con el orgullo de quien muestra una reliquia. Nos dejó ver también un horno eléctrico recién instalado, moderno, limpio… pero sin el alma de su viejo predecesor.

horno Yoshimura Toen 2017 Laos Garden
horno Yoshimura Toen 2017 Laos Garden 2

Descubriendo los secretos de Yoshimura Toen junto a el Sr. Kataoka, el Sr. Nakamizu, Hidemi y Marcio Meruje. (2017).

Yoshimura kataoka maceta 10a LaosGarden
Yoshimura kataoka maceta 10b LaosGarden

Muy poco frecuentes son las macetas pequeñas, mame o shohin, creadas por Kataoka Shin. Realmente dificiles de encontrar hoy en día en el mercado. Este pequeño tambor es una rareza, mide 6,8 x 3,6 cm y pertenece a la colección Laos Garden.  

Se ve un claro contraste entre los sombríos y apagados esmaltes del abuelo Kataoka y los coloridos y brillantes vidriados de su nieto Hidemi, en el próximo artículo veremos la transición entre ambos en la obra de Yoshimura Shuuhou. Hijo y padre respectivamente.   

La historia de la familia Kataoka es un testimonio de tradición y evolución en la cerámica, donde cada generación ha dejado su huella en el arte del bonsái. Aunque los nombres de sus hornos han cambiado, el legado de su maestría sigue vivo en Hidemi Kataoka, pero lo interesante aquí no es solo el peso del pasado, sino el hilo tenso que lo une con el presente. Ahí entra en escena la segunda generación de este horno: Yoshimura Shuuhou, uno de mis autores fetiche y el protagonista de nuestro próximo artículo. Y es ahí donde la historia deja de ser un relato de tiempos idos para convertirse en una de esas continuidades obstinadas, que desafían modas y olvidos.

Os dejamos los enlaces directos a nuestra web, donde podréis echar un vistazo a una buena colección de éstas cerámicas que combinan a la perfección funcionalidad con una impresionante belleza.

Síguenos en nuestro blog y redes sociales para no perderte nuestro próximo artículo: «Pasión por la cerámica XXVI» donde, como digo, daremos a conocer la obra de Kataoka Shuuhou. 
 
LaosGarden tienda

Créditos:

Fotos Japón: Archivo y colección Laos Garden. 

Facebook Shuuhou.

Tokoname bonsai pots. 

Yukiko Kasai.

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