Las azaleas en bonsái

Llegada la primavera, visitando cualquier comercio especializado de bonsái o si nos fijamos en toda buena colección de bonsái que se precie, seguramente no podremos dejar de prestar atención a las espectaculares flores de las azaleas.

Pero, ¿qué son las azaleas?

Las azaleas son arbustos de flores del género Rhododendrom. Florecen en primavera y sus flores duran varias semanas si no les da el sol directo. Ha sido una especie cultivada como bonsái desde hace muchos años, sobre todo por los entusiastas de las flores.

Por lo general son de crecimiento lento y prefieren suelo ácido con buen drenaje.

¿Cómo cuidar una azalea?

Hay ciertos aspectos que tenemos que tener claros a la hora de aplicar un buen cultivo para nuestras azaleas.

Situación: En lugares templados y con cierta humedad pueden estar todo el año a pleno sol, pero en sitios dónde el verano es muy caluroso y seco es mejor situarlas a la sombra en esa época para que no se le quemen las hojas y dure más el periodo de floración.

Riego: Cuando la capa superficial del sustrato esté seca, se debe regar bien a fondo hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje. Si en algún momento le falta agua, sobre todo en verano, puede debilitarse y que aparezcan después los temidos problemas de cultivo, ya que a partir de ese momento absorberá menos agua por estar débil y se producirán encharcamientos.

Trasplante: La frecuencia depende de lo degradado o apelmazado que tenga el sustrato, por lo general se realiza cada dos o tres años. En países como Japón, dónde el nivel de humedad es muy alto en verano, el trasplante puede realizarse después de la floración, pero en lugares más secos, como el centro y el sur de España, es fundamental realizarlo cuando hinchan yemas de hoja, esto suele ser en febrero o marzo dependiendo de la zona y del frío que haya hecho durante el invierno. El mejor sustrato para un bonsái de azalea es 100% kanuma; si quieres que drene mejor o que no se degrade tan rápido, puedes añadir un pequeño porcentaje de kiryu a la mezcla.

Abonado: para las azaleas es mejor un abono ácido de libración lenta, se puede abonar al principio de la primavera cuando empieza a brotar, pero con una intensidad baja o moderada. Después de la floración comienza un nuevo periodo vegetativo, con lo cual tendrás que abonarla también. Como las azaleas tienen un sistema radicular superficial, tenemos que tener mucho cuidado a la hora de hacer aportaciones de abono, ya que podríamos provocar quemaduras o heridas por contacto con las raíces, es mejor ponerlas una cantidad de abono moderada y ser constantes.

Para saber más de abonos puedes consultar: «Los 5 abonos sólidos japoneses que más se utilizan en todo el mundo»

Poda y pinzado: Si las flores ya están secas o marchitas, es conveniente quitarlas cortándolas por el pedúnculo para que no produzcan semillas y utilicen toda su energía para hacer una segunda brotación. Podemos aprovechar este momento para hacer una pequeña poda de mantenimiento, aclarar las zonas en la que tiene más de dos brotes, quitar los chupones que nacen en la base del tronco o en las axilas de las ramas, etc. Si lo que quieres es cortar una rama gruesa, es mejor hacerlo al final del invierno para que cicatricen mejor las heridas y no olvides aplicar pasta selladora en la herida para retener la humedad el corte.

¿Cuáles son los problemas más frecuentes en azaleas?

Las azaleas pueden ser afectadas por diversas plagas o enfermedades. Entre las más frecuentes podemos listar:

Insectos como el pulgón o la cochinilla.

Ácaros como la araña roja.

Hongos como oídio, antracnosis, moteados, Roya o Phytopthora

También puede presentar ataques por bacterias como las que provocan las agallas bacterianas.

Todas las fotos de esta entrada son azaleas que están o han estado a la venta en nuestras instalaciones de Laos Garden, en Las Matas, Las Rozas, Madrid.

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